
¿Qué cómo me puede gustar la feria? Pues mira que es
sencillo, sus calles me trasladan a la campana, a la catedral, a las iglesias
de los barrios, a los llantos y los rezos, la feria me traslada a esa semana
santa que siempre tengo presente.
No se me queda en el olvido, como a ningún cofrade, yo voy a
la feria a celebrar que Jesús sigue vivo, que sigue entre nosotros y que
afortunadamente, queda menos para que vuelva por la rampa del Salvador como
antaño entró en Jerusalén a lomos de una borriquita.
Yo en el real no veo farolillos, velos las llamas de esos
cirios de pasión, de penitencia y de dolor, veo un coche de caballos y me recorre
un escalofrío tal que en vez de cocheros y lacayos veo a Jesús levantado en la
cruz de la exaltación, veo un jinete
vestido de corto y sueño con ese romano del cerro dando esa lanzada, veo
una gitana guapa y me representa a la Esperanza, veo una flamenca de ojos
claros y pienso en Rosario y en consolación, voy a la maestranza a ver una
tarde de toros e imagino lo que deben sentir esos toreros arrodillados pidiendo
piedad y caridad en el arenal…veo tantas cosas que me recuerdan a lo
cofrade…que hasta el habla me traiciona y me rio de ese amigo que tras varias
horas de manzanilla ya ni va borracho sino que desfila cual romano de la
centuria detrás de su Sentencia desde parra a Macarena de costero a costero por
la orilla de Guadalquivir, y como no va a ser así como no me va a gustar
Sevilla y su feria de Abril si hace que te tenga siempre presente y no me aleje
de ti.
Sirva este homenaje a todos los cofrades que sufren en
silencio el amargor de que su Semana Santa sólo dure eso, una semana.
@LaCeraFundida