sábado, 18 de enero de 2014

Todo ha cambiado y cambiará.

Todo en la vida cambia, y como es normal, nuestra ciudad también ha cambiado. Han cambiado muchas cosas en nuestra ciudad, pero ojo, que las cosas hayan cambiado no significa necesariamente que hayan cambiado a peor. La mentalidad de los sevillanos ha cambiado bastante positivamente, por poner un ejemplo. La tendencia en los últimos años está cambiando. Como todos observareis, ahora internet es indispensable en nuestra vida y prácticamente todos tenemos acceso a la red.

Es evidente que existe un cambio en la forma de vida, y también es evidente que hay personas a las que por su propia naturaleza no les gusta el cambio. Esto, también se puede aplicar a la Semana Santa de nuestra ciudad. Las cosas han cambiado, aunque muchos se empeñen en ver las cosas con un tono añejo. Lo que ahora para muchos es rancio, hace veinte años no lo era. Cuando se empezaron a escuchar gaitas o xilófonos en la Semana Santa de Sevilla, los puristas de la época se oponían y mostraban su rechazo, al igual que algunos de hoy en día con ciertas hermandades nuevas. 

Lo que quiero decir con esto es que no podemos guiarnos por el fanatismo o por lo que la gente diga, porque las cosas pueden cambiar, y lo que hoy es un prejuicio, mañana debería ser tolerancia. 

Todos siempre recordamos las semanas santas pasadas con especial cariño, pero no solo recordamos la semana santa de esa forma; también recordamos como especiales los veranos o las navidades pasadas. Es por esto que la persona que lleva cincuenta años viendo semana santa no le guste concebir una semana santa diferente a la que vivió cuando era niño. Eso explica que mucha gente mayor o con muchas semanas santas vividas se oponga a los cambios en Semana Santa, pero para mi entender, no explica que personas jóvenes se opongan sistemáticamente, y menos sin entender que la Semana Santa que hoy vemos no ha sido así toda la vida. 

Mi intención con este artículo es que el que se oponga a los cambios radicalmente se documente primero sobre como era la Semana Santa de hace unos años. Es bueno darse cuenta de que esto no ha sido asi toda la vida, y que tampoco seguirá siendo así eternamente.