domingo, 31 de marzo de 2013

Punto y final.

Domingo de Resurrección. La hermandad de la Resurrección no puede realizar su estación de penitencia por   las inclemencias meteorológicas. Termina la Semana Santa en Sevilla.
Se termina el gozo, se consuma la llama del último cirio de un nazareno. Se arría el paso hasta el año que viene.

En primer lugar, pediros disculpas por no haber actualizado el blog durante estas dos últimas semanas, pero pienso que disfrutar es lo primero y escribo por placer y cuando tengo tiempo. Podemos buscar muchos adjetivos para describir esta Semana Santa. Ha sido una semana incierta, rara, difícil, tensa... Muy pocas hermandades, o ninguna, han salido sin tener que estar pendientes del tiempo. Maldita lluvia que es capaz de estropear días de gozo.

Hemos vivido muchos episodios de incertidumbre y de no saber que hacer cuando aparecía la lluvia. No podría decir que ha sido la mejor Semana Santa de mi vida, pero ha sido una más. He vivido muchas cosas buenas, y otras no tan buenas, pero lo vivido sin duda, me ha hecho valorar muchas cosas que antes no valoraba, como la dificultad que tiene estar a la cabeza de una cofradía cuando se pasan apuros. Mi homenaje a todos los miembros de junta de las hermandades que se han mojado y que han demostrado una entereza envidiable. Vosotros sois hermandad.

Voy terminando esta entrada porque apenas tengo ganas de escribir. No creo que pueda escribir una entrada diaria en el blog, pero si escribiré con bastante frecuencia porque tengo muchas vivencias y emociones que contaros. Gracias a todos los que nos sois fieles.

Manuel Fernández
@LaCeraFundida