martes, 5 de marzo de 2013

Mi Sentencia Macarena.

Pronto volveré a reencontrarme contigo, Señor. Ha pasado ya casi un año desde que nos despedimos y aún recuerdo ese instante como si de ayer mismo se tratara. 
Eran las diez de la mañana aproximadamente y, precipitadamente, llegabas a tu casa antes de tiempo por unas circunstancias determinadas, circunstancias que parecen ocurrir solamente en Semana Santa, pero lo importante era que llegabas al corazón de tu barrio,  siempre custodiado por la Centuria mas bendita que pudo existir en Roma, tus armaos macarenos. Desde el Jueves Santo recorriendo Sevilla y aun con fuerzas para imprimir el sonido más macareno del mundo.

Cuando quise darme cuenta, te tenía justo enfrente mía, Señor. Te miré a los ojos y enseguida comprendí muchas cosas. Comprendí que en silencio también se sufre, y que esa mirada, inocente, pura, limpia; es una mirada capaz de atravesarlo todo y de llegar a cualquiera que lo necesite a Él.
Esa mirada me enseñó que por mucho el tiempo pase o por muchas cosas que nos sucedan en la vida, cuando pasa un año nos volveremos a encontrar, y aunque sea por un instante, me recordarás que aunque la vida pase y puede que nada sea eterno, tenemos una cita dentro de un año o en cualquier momento que necesite verte.

Si hay algo que me da Esperanza, fuerza y valentía, ese eres tú, Señor.

"Nunca dejes de luchar por un sueño, todo puede cumplirse"

Que estampa más grande, el Señor de la Sentencia llega a su arco, a su basílica, al corazón más profundo de su barrio. Suena una saeta. La voz de Alex Ortiz hace que se remuevan los sentimientos más profundos que tenemos. El mundo se para y pesar del bullicio, ese momento es para Ti y para mí.

Si este momento acabará tal y como lo describo, sería un grandísimo momento, pero todos sabéis que tras el Señor de la Sentencia, viene la Esperanza Macarena, para hacer de ese instante algo más maravilloso si cabe...























Manuel Fernández
@LaCeraFundida