El año cofrade 2011, como sabéis, estuvo marcado por una Semana Santa pasada por agua aunque se pudieron rescatar días como el domingo de ramos, parte del lunes santo, miércoles santo y domingo de resurrección, Sevilla se quedo huérfana sin muchas de las grandes devociones de los Sevillanos. Como pensareis muchos, ¿Que es de Sevilla sin sus dos Esperanzas, o sin el Señor de Sevilla?.
Una Semana Santa marcada por la angustia de los miles de Hermanos que se quedaron sin hacer estación de penitencia con sus sagrados titulares, y por la alegría de los que sí pudieron hacerla.
Por suerte o por desgracia, así es la Semana Santa.
Pero hoy estamos en 2012, y ya quedó atrás la amargura de los Hermanos que no pudieron hacer estación de penitencia, con ese dolor y ese resquemor que les acompañó durante todo el 2011... Esa espinita clavada que siempre se te queda al no poder hacer estación de penitencia... Todo eso ya pasó. Ahora empieza un año, con las expectativas cofrades muy altas como siempre, con un montón de ilusiones, con un montón de sorpresas, con un montón de momentos... En definitiva, seguro que disfrutaremos de un año cofrade muy intenso y cada día aprendiendo un poquito más de esta, llamémosle cultura o forma de vida, en la que nunca bajo ningún concepto se deja de aprender cosas, tanto conocimientos sobre hermandades como valores morales.
Finalmente, os recuerdo a todos y cada uno de los cofrades o no cofrades, sevillanos o no sevillanos, que Sevilla es la ciudad de la Esperanza, y a la Esperanza siempre siempre tenemos que tenerla presente.
"La Esperanza es lo último que se pierde"